domingo, 11 de octubre de 2009

El sí de las niñas

TEMAS:

Juventud:
Esto resulta del abuso de autoridad, de la opresión que la juventud padece; éstas son las seguridades que dan los padres y los tutores

Fidelidad:
Se han hablado muchas veces, se han escrito, se han prometido amor, fidelidad , constancia...

Educación:
Cierto que es un dolor el ver rodeados de hijos a muchos que carecen del talento, de la experiencia y de la virtud que son necesarias para dirigir su educación.

Amor:
¡Oh! No hay que temer... Y si tropieza con alguna fullera de amor , buenas cartas ha de tener para que le engañe.

Natalidad:
¿Quién ha de mandar a los criados? ¿Quién ha de enseñar y corregir a los hijos ?

Honor:
No, señor, que nunca olvidaré las máximas de honor y prudencia que usted me ha inspirado tantas veces.

Matrimonios concertados:
¡Qué impaciencia tengo!... Y dice mi madre que soy una simple, que sólo pienso en jugar y reír, y que no sé lo que es amor... Sí, diecisiete años y no cumplidos; pero ya sé lo que es querer bien, y la inquietud y las lágrimas que cuesta.

Interés económico:
Cierto que es un señor muy mirado, muy puntual... ¡Tan buen cristiano! ¡Tan atento! ¡Tan bien hablado! ¡Y con qué garbo y generosidad se porta!... Ya se ve, un sujeto de bienes y posibles.

Medicina:
Y lo atrasada que me coge, que yo no sé lo que hubiera sido de tu pobre madre... Siempre cayendo y levantando... Médicos , botica.

Ejercito:
Un oficial siempre hace falta a sus soldados. El rey le tiene allí para que los instruya, los proteja y les dé ejemplo de subordinación, de valor, de virtud.

Religión:
Si encuentra un par de ojos negros, ya es hombre perdido... ¡No permita Dios que me le engañe alguna bribona de estas que truecan el honor por el matrimonio!

Servidumbre:
Oyes, aquella carta que está sobre la mesa, dásela al mozo de la posada para que la lleve al instante al correo...